La cáscara de nuez es un abrasivo no tóxico y biodegradable, lo que lo hace respetuoso con el medio ambiente y seguro para su manipulación. Tiene una dureza suficiente para eliminar recubrimientos y contaminantes de las superficies, pero a la vez es lo suficientemente suave para evitar daños en los sustratos.
A diferencia de algunos abrasivos, la cáscara de nuez tiende a generar menos polvo durante su uso.
Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante y usar equipo de protección personal durante su uso.